Erase una vez unos piratas que les gustaban las monedas de oro, también les gustaba muchos la monedas de brillantes. Tres valientes piratas capitaneaban a todo el barco en busca de grandes tesoros.
Llegaron a una isla llena de cocodrilos. El tesoro estaba protegido por un gran cocodrilo.
Los piratas no sabían como luchar contra ellos. Cogieron sus espadas e intentaron matar a los cocodrilos pero su piel era muy dura.
Entonces al pirata Bruno se le ocurrió hacer reír a los cocodrilos. Tenían tanta risa que no podían defender el tesoro. Y los piratas se lo llevaron e hicieron una fiesta en su clase.
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