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jueves, 31 de enero de 2013

Los piratas divertidos

Erase una vez unos piratas que les gustaban las monedas de oro, también les gustaba muchos la monedas de brillantes. Tres valientes piratas capitaneaban a todo el barco en busca de grandes tesoros.



Llegaron a una isla llena de cocodrilos. El tesoro estaba protegido por un gran cocodrilo.
Los piratas no sabían como luchar contra ellos. Cogieron sus espadas e intentaron matar a los cocodrilos pero su piel era muy dura.


Entonces al  pirata Bruno se le ocurrió  hacer reír a los cocodrilos. Tenían tanta risa que no podían defender el tesoro. Y los piratas  se lo llevaron e hicieron una fiesta en su clase.

jueves, 10 de enero de 2013

Fernando, el toro y la princesa rosa.

Había una vez una princesa que se llamaba Alejandra. Era un poco rara pues le gustaba ponerse solamente ropa de color rosa.
Cerca de donde vivía la princesa había un toro llamado Fernando. Era un toro muy malo , pero  la princesa sabía que en él había algo bueno.
Una mañana la princesa Alejandra  fue a pasear por el campo donde vivía Fernando, entonces el toro salió disparado  y la quería cornear. La princesa se subió a lo más alto del castillo que había allí cerca. Pero el castillo era de un ogro grande que se comía a las niñas y a los toros.
Fernando entró en el castillo del ogro persiguiendo a la princesa. De pronto cuando estaba a punto de cogerla, el ogro apareció.  Su boca era grande, con los dientes  afilados y solo tenía un ojo.  El toro Fernando se intentó defender  atacando con  su cuernos al ogro y la princesa  le agarró por el pelo. El ogro con un puñetazo los dejó medio atontados y cuando estaba apunto de comérselos.  Apareció un principe que era tan fuerte que consiguió que el ogro soltara a la princesa y  al toro.  El ogro se dio cuenta de lo malvado que era y decidió comer frutas y verduras a partir de ese día. Fernando el toro, le cogió cariño a la princesa Alejandra y acompañaba a pasear al príncipe y a la princesa por el campo.  Algunos días  el ogro venía para acompañarlos y ayudarle a subirse a los árboles.
Y colorín , colorado  este cuento se ha acabado con todos muy amigos y ninguno resfriado.